Habrán leído en cientos de post que el comprar vermut ha regresado con fuerza, les confirmo que es totalmente cierto y esta vez es para quedarse. Desde hace unos años en los lugares de moda volvemos a encontrar cócteles clásicos a base de Vermut y es fácil observar como ha crecido la oferta de esta bebida.
Nuevos productores han rescatado viejas recetas de su zona, se han apoyado en ellas o simplemente han utilizado su recuerdo para crear nuevas marcas con las que salir al mercado y buscar su espacio. Por otro lado, las marcas clásicas han impulsado el consumo y distribución de sus productos premium desde hace ya un tiempo, creando así una segunda juventud de esta bebida tan nuestra.
Todo el mundo quiere comprar vermut
¿Les extraña lo de “tan nuestra”? Reflexionemos un momento. ¿Hay algo más cotidiano que hablar de ir a tomar “el Vermú” con la familia o unos amigos? O ¿Quién no ha pasado horas divertidísimas en uno de esos interminables “Vermús toreros” con sus compañeros de trabajo?
¿Entonces por que dejó de ser de consumo habitual?
Especialidad: el vermut casero
Hace unos años en muchos bares y tascas mantenían como especialidad el vermut casero o disponían de alguno casi artesanal producido en la zona. Sin embargo, rara vez lo hemos pedido para beber, y es que hace mucho tiempo que esta bebida perdió la guerra contra la cerveza, los refrescos y el vino.
Nuestros bisabuelos y abuelos vieron cómo llegaban todas esas bebidas con el cambio de los tiempos. Con ellas cambiaron las tascas, los despachos de vino, los bares y las tabernas… y así poco a poco el vermú quedo relegado y casi en el olvido.
Es una lástima, ya que se trata de una bebida que nos ha acompañado cientos de años. Está preparada con una base de vino encabezado e ingredientes macerados como el ajenjo, la canela, la cáscara naranja y decenas de hierbas aromáticas o raíces que le dan su característico sabor amargo, lo que lo ha convertido en todo un referente en la hostelería.
Origen del vermut
Como muchas otras bebidas maceradas o infusionadas, apareció en un principio como remedio médico. La primera vez que tenemos noticias de una bebida muy similar fue en Egipto y luego en Grecia. Continuó después durante la Edad Media, aunque conocido como vino hipocrático y luego vermut en idioma alemán. Curiosamente, en Bulgaria y los Balcanes se producía un vino tinto amargo muy similar conocido como Poli que se consumía en Italia con asiduidad.
Rápidamente la forma de producir el vermut se extendió por Europa, y aparecieron los distintos productores que adaptaban la receta a sus gustos y materias existentes en cada lugar, y así las distintas procedencias marcaron su estilo y tipicidad.
Italia se considera la cuna del vermut moderno y de allí nos ha llegado el vermut rojo en la forma que conocemos. Elaborado con vino blanco, su color lo toma del caramelo que se le añade para crear un equilibrio entre ácido, amargo y dulce que persiste en la boca. Desde Turín se comercializaría a Francia y España creando un mercado sólido.
Si hablamos de Vermut seco hablamos de Francia. A diferencia del italiano el francés se elabora con más alcohol, mucho menos azúcar y tradicionalmente con vinos blancos. En algunas zonas incluso posee su propia Denominación de Origen o A.O.C.
El vermut en España
En España, la tradición de hacer y comprar vermut comenzó en Reus y en Huelva prácticamente a la vez. Dos zonas vinateras con largo recorrido e industria asentada. Los vermuts catalanes siguieron la estela de los italianos con su equilibrio amargo. Si bien en el sur al utilizar uvas como la PX, la moscatel o ciertos vinos olorosos, el resultado fue un vermut algo más dulce y con personalidad propia.
Hoy en día podemos comprar vermut artesanal producido por todo el país que complementa a los industriales de las grandes marcas. Es un momento para explorar y disfrutar con las distintas referencias y así poder compararlos tomándolos solos o por que no, atreviéndonos a realizar cócteles tradicionales como el Negronni o el americano que están al alcance de cualquiera.
Al comprar vermut contarás con un aperitivo perfecto para antes de comer, refrescante, fácil de preparar y con tanta variedad que no será un problema comprar vermut a nuestro gusto. ¡Salud!