Cómo catar un vino es una pregunta que muchas personas se realizan a lo largo de su vida. Esto suele ser una experiencia placentera y entretenida sobre todo para nuestros sentidos, que permanecen despiertos y registrando estímulos durante todo el día.
Aunque beberlo es un placer del que todos podemos disfrutar, necesitamos conocer el procedimiento para hacerlo de forma correcta, disponer de tiempo y practicar. Por eso en Bodegas Salas queremos explicarte paso a paso cómo catar un vino, de manera clara y sencilla y siempre con una idea en la mente: disfrutar al máximo del vino.
Debes saber que en cada cata no hay una verdad absoluta, puesto que los sabores y aromas que apreciamos no son únicos ni los que nosotros propios pensamos, dependen de la experiencia personal de cada uno.
En ocasiones se piensa que el conocimiento del vino es para expertos, sin embargo, no es así. Muchos de vosotros os preguntaréis, ¿se puede realizar una cata de vino siendo novatos? Sí, por supuesto que puede hacerse teniendo plenas las facultades de los 3 sentidos que se utilizan: la vista, el olfato y el gusto.
El arte de catar vino
Respecto a la historia del vino, podemos decir que siempre ha contado con una importancia considerable en todas las civilizaciones. Crear vinos era una actividad muy importante, tanto para fines comerciales como culturales y lúdicos. El origen de catar un vino aparece gracias a los monjes y frailes que se ocuparon de producir los mejores vinos en la edad media, lo que permitió que se realizaran actividades de cata para determinar que vino poseía las mejores características.
Para los más sabios en la cata, dirán que es el arte de realizar un análisis consciente de lo que estamos bebiendo a través de los sentidos, en especial vista, olfato y gusto.
A la hora de catar un vino hay que degustarlo con atención para apreciar sus virtudes y sus defectos. En este proceso intervienen todos los sentidos de nuestro cuerpo, incluido el oído, al escuchar el sonido del vino al caer en la copa.
Es muy importante tomarte el tiempo necesario a la hora de catarlo y centrar toda la atención en el vino, para poder experimentar todos sus matices. Además, el papel fundamental de un vino en una comida es el de limpieza de boca, la mejor manera de potenciar los sabores.
Cómo catar un vino: 3 pasos
Para continuar este artículo donde te explicamos cómo catar un vino tienes que revisar que estés en un lugar bien iluminado y ventilado, evitando así los olores externos. Siempre que sea factible realiza la cata de cada vino en una copa diferente.
Empezamos con las 3 fases para hacer de la cata un verdadero análisis del vino.
Fase visual
Para saber cómo catar un vino hay que empezar por descorchar y servir el vino, oler el corcho para que pueda arrojarnos alguna pista sobre el líquido. Cogemos la copa por el tallo o la base, para no calentar el vino e inclinamos la copa 45º aproximadamente sobre un fondo blanco.
El color y el tono van a representar la edad el vino. Cuanto más rojo brillante, significa que es más joven y viceversa.
Para conocer la densidad del vino: a mayor densidad mayor es la concentración de alcohol y más graduación. Si movemos ligeramente el vino por la copa, observamos como caen las lágrimas del vino: a menor velocidad de caída, mayor densidad, y más graduación alcohólica.
Fase olfativa
Saber cómo catar un vino forma parte de nuestro sentido del olfato, ya que nos dará muchas pistas acerca de los nos vamos a encontrar en boca.
Sin agitar el vino, metemos la copa en la nariz y olemos. Localizaremos aromas primarios, que tras agitarlo ligeramente para que entre en contacto con el oxígeno desprenderán olores que se originan en la fermentación, citados como secundarios.
Por último, seguimos agitando con más energía para percibir los aromas terciarios. Conocidos como bouquet, que se originan durante y después de la crianza del vino, pero son complicados de adivinar. Para ello cada inhalación debe ser larga y profunda, pero a la vez, cortas y fuertes. Entre el vocabulario de los aromas se clasifican en diferentes familias: florales, especiados, frutales, vegetales…
Fase gustativa
Cuando llegamos al último paso para conocer cómo catar un vino únicamente nos queda probarlo. Este proceso, llamado ataque, magnifica las primeras sensaciones que percibimos cuando el vino llega a nuestra boca. Con la lengua lo pasamos de un lado a otro para apreciar y distinguir 4 sabores básicos: salado, dulce, acido y amargo. Decimos que un vino es redondo cuando estos cuatro sabores están equilibrados y existe armonía entre ellos.
Después determinamos la textura y aquí es donde intervienen las sensaciones táctiles, que dependen de la graduación alcohólica, fluidez e intensidad de sabor. Estas hacen referencia a la sequedad y causticidad en las encías y paladar.
A continuación, podemos tragar o escupir el vino y seguidamente realizamos una profunda exhalación expulsando el aire por la nariz permitiéndonos averiguar como son las sensaciones de la boca. Si se mantienen durante un largo periodo de tiempo, estamos ante un vino de alta calidad.
¿Cómo catar un vino en un restaurante?
Pides un vino en el restaurante, y el camarero te pregunta; ¿Quién probará el vino? A algunos les da vergüenza un acto tan normal como este y aparecen todas las dudas sobre cómo catar un vino adecuadamente. Si no estás seguro de cómo actuar, aquí te dejamos un consejo.
Sujete la copa correctamente
Para saber cómo catar un vino en el restaurante debemos empezar sabiendo que, una copa se divide en cáliz (parte hueca en la que se servirá el vino), tallo (parte fina y larga) y base (parte que sirve como apoyo). Para realizarlo de forma correcta sujeta la copa por el tallo o la base.
Llevar a cabo los 3 simples pasos
Si llevamos a cabo las 3 fases explicadas anteriormente: análisis visual, olfativo y gustativo, sabremos cómo catar un vino con mayor facilidad. Podrán llegar a pensar que somos unos expertos en catas de vino. No se necesita mucho más para disfrutar de la calidad y el sabor del vino en nuestra boca.
¡No tengas vergüenza!
Ya no vas a volver a pasarlo mal, cuando el camarero pregunte, preséntate voluntario o voluntaria y sigue nuestros consejos con total confianza y naturalidad. Puede que al principio te cueste, pero confiamos en que, con gusto y pasión, te puedas convertir en un experto del mundo del vino.