Para que a un vino se le atribuyan las siglas IGP, tiene cumplir una serie de condiciones en lo que se refiere al origen y calidad del mismo.

En primer lugar, la procedencia de las uvas que lo conforman han de ser al menos en un 85% de la misma zona geográfica, aunque se podría utilizar eventualmente uva no autóctona o no reconocida como tal.

En segundo lugar, poseer una calidad determinada que se atribuya a su origen geográfico.

En tercer y último lugar, al menos una de las fases de producción, transformación o elaboración de los vinos ha de tener lugar en el territorio definido, no pudiendo tener la bodega fuera de este. Además, tienen que pertenecer a la variedad «vitis vinífera» o bien a otras especies del género «vitis», ofreciendo un margen superior con respecto a la Denominación de Origen (DO).

En definitiva, la IGP persigue asegurar unos estándares de calidad que se puedan atribuir al producto en cuestión, en este caso al vino.

Vinos del Bajo Aragón

En España, las Indicaciones Geográficas Protegidas de los vinos son un total de 41, que se encuentran repartidas por toda la geografía española de forma más o menos homogénea. La comunidad autónoma de Aragón cuenta con seis IGP, donde cabe destacar la del Bajo Aragón, cuyo territorio se constituye como el más amplio de dichos seis. Comprende 82 municipios turolenses y zaragozanos, como el Bajo Aragón-Caspe, Ribera Baja del Ebro, Campo de Belchite, Bajo Martín y Matarraña.

Mejores vinos del Bajo Aragón

En Bodegas Salas contamos con los mejores vinos procedentes del Bajo Aragón, producidos a partir de las variedades de uva predilectas de las Indicaciones Geográficas Protegidas: la Garnacha y la Tempranillo. Incluimos, además, variantes ecológicas que se muestran respetuosas con el medio ambiente y los entornos donde tiene lugar la elaboración del vino.

Bodegas Tempore

En Bodegas Salas, todo nuestro catálogo de vinos tintos IGP del Bajo Aragón proceden de Bodegas Tempore, donde cuentan con 20 años de experiencia en la viticultura ecológica. Desde el municipio de Lécera, con sus suelos calizos y minerales junto con la constante escasez de agua; se marca el carácter de sus vinos. Se trata de vinos cálidos y persistentes, con cuerpo y sugerentes aromas.