Chardonnay en Aragón

Abrir una página web de compra de  vinos siempre me crea una sensación de felicidad. Me siento como un niño en una tienda de golosinas con la paga en el bolsillo. La variedad es infinita. Hay Chardonnay  mono varietal Sudafricano, Chardonnay  mono varietal de Nueva Zelanda, Chardonnay  mono varietal californiano, Chardonnay  mono varietal Francés y….chardonnay con mezcla de distintas uvas,  chardonnay con barrica y sin barrica…Chardonnay, chardonnay, chardonnay…¿Es una conspiración mundial? No, hablamos de su majestad, la reina de las uvas blancas. Título ganado con el paso de las vendimias y fruto de su adaptabilidad.

Es la uva blanca más extendida por el mundo. España tiene una importante cantidad de hectáreas plantadas desde los años 80 del siglo XX. Se implantó con fuerza siguiendo la moda de las variedades “mejorantes”, ya saben, arrancar el viñedo propio que se adaptó durante siglos a nuestro terruño y plantar variedades foráneas con la esperanza de crear vinos al gusto del consumidor.

En Aragón los primeros en plantar Chardonnay fueron los propietarios de la bodega Lalanne. Eran momentos duros donde la filoxera campaba a sus anchas por Europa. Para luchar contra ella, importaron pies americanos para injertar sus uvas. Encontraron en el somontano oscense un nuevo hogar y para luchar contra la plaga importaron pies americanos donde  injertar sus variedades. La cultivarían en Barbastro junto a otras uvas traídas de Francia. Fieles a su historia, hoy en día siguen cultivando Chardonnay y es la base de su espumoso natural.

Aún así, hasta los divertidos y añorados años 80 del pasado siglo no comenzaría en esta zona la plantación de esta variedad de una forma creciente e industrial. La creación de esta D.O permitiendo su posibilidad de comprar vino somontano, fomentó la creación de nuevas bodegas y la unión de cooperativas. Una de sus uvas de referencia desde el principio será la chardonnay. El clima de la zona, su altura y sus suelos son perfectos para conseguir vinos desenfadados, chispeantes, de una acidez que en ocasiones se matiza con uvas como la Macabeo, la Riesling o la Gewürztraminer, pero no faltan ejemplos de Chardonnay con meses de barrica y juego de lías que los convierten en vinos voluminosos y sedosos.

Mucho más al Sur, en Calatayud a finales de los mismos años 80 se plantó también esta variedad Borgoñona. La D.O. Calatayud nació a finales de esa década y aunque las uvas blancas representan menos del 10% de las viñas y la principal uva plantada es la Macabeo, también encontramos espumosos o vinos mono varietales. Sus suelos pobres y pizarrosos dotan de marcados matices minerales a sus vinos y enmarcan su acidez.

Saborea los Mejores vinos Chardonnay en Aragón

En Aragón si hay una zona vitivinícola histórica conocida es Cariñena. La Roma imperial ya importaba sus vinos para disfrute de sus habitantes, aunque  hemos de entender que eran muy diferentes a los que encontramos hoy. Desde hace décadas se producen Chardonnays frescos de aromas afrutados como los que se ensamblan con Moscatel de Alejandría, pero también encontramos vinos con mucho cuerpo tras un buen trabajo en bodega con sus lías y barricas de roble. La Macabeo siempre presente en la zona junto a la Garnacha blanca son las parejas de baile elegidas cuando se desea dotar de más matices a los blancos del lugar. 

Otro lugar aragonés cultivado también por romanos y luego monjes del cister es Borja. Hay que esperar hasta 1989 que se aprobó en la D.O. Campo de Borja la producción de vinos blancos. Como en otras zonas, las uvas blancas aquí son minoritarias. Puede que sea la región vinícola donde menos implantación encontraremos de Chardonnay y más difícil es encontrar vinos mono varietales de esta uva.

La reina de las uvas blancas se adaptará a cada uno de los estilos, climas, suelos y modas del mercado pudiendo encontrar una variedad infinita de vinos donde dejará marcada cada una de las variables. Como con aquellas golosinas que me hacían tan feliz, sigue sin llegarme la paga para todo lo que me gustaría tomar .